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sábado, 27 de outubro de 2018

Ucuuba: la semilla amazónica promueve una reparación profunda en la piel.


El árbol pasó a tener más valor en pie que derribado después de descubrir el potencial restaurador de su manteca natural.
La Ucuuba es un árbol de la Amazonia amenazada de extinción, muy buscada por su madera ligera y clara. Quien la derriba, sin embargo, no ve que su verdadero valor está en las semillas. Ellas son fuente de una manteca natural, que promueve una reparación profunda en la piel.
El potencial de Ucuuba fue identificado por Natura en 2004, durante el mapeo de varias especies para el desarrollo de aceites y mantequilla a partir de materias primas encontradas en la Amazonia. Pero fue sólo en abril de 2015 que la empresa lanzó la línea Ekos Ucuuba, después de un largo proceso de investigación.
El gran diferencial de los productos es el toque seco que la mantequilla proporciona, acompañado de una hidratación de hasta 48 horas, consecuencia de la alta concentración de compuestos que promueven ese efecto prolongado. La mantequilla de Ucuuba todavía estimula la producción de colágeno y elastina.
Estímulo a la preservación ambiental
Al transformar la semilla en un producto innovador, Natura generó ingresos para comunidades en la Amazonía y estimuló la preservación ambiental. Sólo en 2016, un área equivalente a 150 campos de fútbol fue conservada en la región con el aprovechamiento de Ucuuba en la industria cosmética.
Entre los productos de la línea Ucuuba están jabones que proporcionan hasta ocho horas de hidratación, lo que, según investigadores involucrados en su desarrollo, representa mucho más que otros productos disponibles en el mercado.
Naturaleza dice las reglas
Cintia Ferrari, gerente científico del área de tecnología de ingrediente y especialista en aceites y grasas, explica que un proyecto como éste trae consigo una serie de desafíos, siendo uno de ellos relativo a la variabilidad de características de la materia prima de origen natural.
"Usted puede ser el mayor especialista en el tema, pero cuando va a la naturaleza, quien dicta las reglas es ella. Si el tiempo está seco, cambian las características, si llueve más, cambian las características. El trabajo es largo porque tenemos que intentar tomar el máximo de cosecha y variables de esas cosechas para tener una especificación más robusta ", habla.
Pequeños productores
Por lo tanto, es esencial garantizar la calidad de la semilla y para ello es necesario concientizar a los pequeños productores, de cooperativas asociadas de suministro, de su importancia en la cadena productiva.
"Necesitamos mostrar cómo la calidad de la semilla impacta en el producto. No hay aceite malo, hay una mala semilla. Tenemos que comprometer y capacitar a esas comunidades para mostrar la importancia de estandarizar la calidad de la materia prima para mantener la calidad del producto final ", dice Cintia.
Todos los productos anteriores se pueden encontrar en la red Natura.
 http://rede.natura.net/espaco/figueiredoconsultor